Se pueden rotomoldear piezas gigantes, con altísima eficiencia y gran velocidad.
Bajo consumo de energía eléctrica/gas.
Superior capacidad de carga de los brazos porta-moldes, que se sujetan en los dos extremos.
El mismo brazo puede efectuar ciclos seguidos, en caso de que haya que sustituir moldes en otro brazo, esto sin prolongar los tiempos de parada de todo el equipo.